Encabronados de celos y un odio infinito,
escupiendo patriotismo y deslealtad,
en fila como borregos
porque se lo ordena Mas,
renuncian de una bandera que los ha puesto donde están.
Menos mal que todos no son ciegos ni están tan podríos,
y orgullosos defienden a España y aman sus colores.
Todo el pueblo catalán no quiere independencia.
Mire, señor Mas,
más cojones y menos recortes es lo que quiere el pueblo;
mientras que usted les priva de la educación
aquello que se gasta en el maldito juego de la independencia.
Cerrando los colegios y los hospitales;
pero pagando a tantos que queman banderas y fotos reales.
Ordenando a los Mossos prohibir en los estadios
banderas españolas de los aficionados.
De nuevo contra la barrera seguirá dando cabezazos,
de nuevo sentirá vergüenza
porque no llega a ningún sitio con su independencia.
Y muchos catalanes
ya se lo van diciendo a la cara:
Cataluña es España.


