Huir es apartarse rápidamente de alguien o de algo. Cuando huyes, te alejas lo más rápido que puedes. Puedes incluso emprender el vuelo para escapar, por lo general de un lugar o situación peligrosa. En un momento de pánico después de robar una galleta del tarro de galletas, es posible que decidas huir de la escena del crimen. Como van a ir huyendo los diferentes poderes del Estado español.
Huyendo, es como va actuar el Gobierno político en el caso del juez Llarena y Puigdemont. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha señalado este viernes que al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, contra el que el expresident catalán Carles Puigdemont ha presentado una demanda civil en Bélgica, debe ampararle el poder judicial y no el Ejecutivo. Pablo Llarena Conde, otra sacrificada y prescindible pieza más para este incalificable Estado.
Decia Gandhi que “cuando todos te abandonan, Dios se queda contigo”. Así acabará este magistrado en Europa cuando de por hecha su declararación, sin credibilidad, prestigio, ni apoyos fisicos. Calvo ha señalado que en este caso concreto, el Gobierno lo que sí va a hacer llegado el momento y la demanda sea admitida, será defender la soberanía jurisdiccional de España.
Es decir, indicarle a la justicia belga que no se puede inmiscuir en procedimientos del espacio propio español, que debe ser inmune ante cualquier injusticia por injusta, valga la redundancia, que esta sea. Así se ha expresado la vicepresidenta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ratificando el anuncio hecho el jueves por el Ministerio de Justicia.
Este estudia contratar un bufete privado en Bélgica que defienda la “competencia exclusiva y excluyente de la jurisdicción española” en la causa del procés frente a la demanda civil presentada contra Llarena por Puigdemont. Pero bajo ninguna circunstancia, Justicia asumirá la defensa del magistrado del Tribunal Supremo “por los actos privados que se le atribuyen”, han precisado fuentes del departamento de Justicia.
El expresident Carles Puigdemont y cuatro de sus exconsellers se refieran en su demanda a las manifestaciones que Llarena habría realizado tras asistir a una conferencia en Oviedo el pasado mes de febrero. Los ex miembros del Govern, se querellan contra Llarena ante un tribunal belga por la “parcialidad y obstinación” que ha demostrado este magistrado del Supremo contra el independentismo. Algo inaudito, prevaricador, e ilegal.
Este jurista afín al PP habría mostrado en sus comentarios lo que le inhabilita para investigarles, al rechazar en unas declaraciones que en España hubiera presos políticos. Al presentarse por la vía civil, la demanda de los políticos catalanes no reclama penas de cárcel para el magistrado. Por ello solicitan ser indemnizados por este juez con una cantidad simbólica de un euro. Le puede caer la €uro humillación en toda regla; que no el Euromillón. El efecto Llarena y su imagen se diluyen.
La respuesta a la demanda presentada por Puigdemont se espera para el 4 de Septiembre, aunque no es obligatorio que declare personalmente en Bruselas. En cualquier caso, esta puede ser el principio del fin de las corruptas, adulteradas y abusivas resoluciones judiciales del Estado contra Catalunya, o por lo menos marcará un precedente a nivel europeo contra las libertades y las democracias en materia de justicia. Se postula algo muy, muy, significativo…
Josep Herrera
El Comunicado
Periodista
