Back is Back, que dirían los anglófonos. Volver a repetirse, es lo que el Tribunal Constitucional ha hecho al anular el inciso de los Presupuestos de la Generalitat de Catalunya de 2015, que permitía incrementar el gasto de personal más allá del gasto facultado para el ejercicio. Todo con el fin de poner nuevos servicios en funcionamiento. Según EFE, el Pleno del TC ha decidido de forma unánime, declarar la inconstitucionalidad y nulidad de ese “inciso” de los presupuestos catalanes y estimar así el recurso presentado por el Gobierno del PP.
La sentencia recuerda la doctrina constitucional en la materia por la que el Estado puede establecer medidas de contención de gasto público incluso cuando estas medidas incidan en la autonomía presupuestaria de las Comunidades Autónomas. Según el TC, la atribución competencial no es objeto de discusión alguna, ya que tanto la Generalitat como el Parlament han reconocido que corresponde al Estado en sus escritos de alegaciones.
El gobierno argumentó que el artículo recurrido contradice lo dispuesto por la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015, que expresamente prohíbe “cualquier gasto en materia de personal que conlleve un incremento global de la masa retributiva autorizada para 2015”. Para el TC, el artículo vulnera competencias exclusivas del Estado. Al más puro estilo del, te condeno porque lo dice el Estado, no porque sea justo.
La Generalitat ha tildado esa resolución de Tribunal Constitucional como nuevo ataque frontal a las competencias de Catalunya. La secretaria de Administración y Función Pública, Meritxell Masó, aseguró que el tribunal ha hecho una “lectura absolutamente política del artículo anulado, pues desde el punto de vista jurídico, no tiene ningún problema ni ninguna importancia”. Añadiendo que esta decisión judicial no altera los planes de la Generalitat, porque podrán seguir contratando siempre mientras no excedan el presupuesto destinado a pagar a los trabajadores públicos. Masó asegura que la sentencia tampoco impide contratar personal para la futura hacienda catalana. “Se podría contratar personal para nuestra hacienda siempre que lo hiciéramos con el presupuesto que tenemos y en el marco de nuestras competencias”.
Sin duda todo lo que tiene que ver con la palabra economía en Catalunya es visto por el gobierno central como un trasfondo obsesivo-convulsivo de posesión. Son demasiados años de dócil subordinación financiera a los que se han acomodado. Les cuesta trabajo renunciar a ello y la codician. Como ya no les sirve el rígido control político, ahora solo les queda el TC. Pero donde se utiliza la “falsa” justicia porque no se sabe gestionar la política, se acaba utilizando la política para acabar con la legítima justicia…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
