Rodar y rodar, rodar y rodar… Todo se intuye repetitivo, como aquella popular ranchera mexicana. Tras la reunión a dos bandas en la Casa Llotja de Mar de Barcelona, el movimiento de intenciones políticas es tan nimio que apenas se van a detectar cambios en el tema catalán. Y si los hay no van a ser grandilocuentes. Ni en la forma ni en el fondo del problema. Más de lo mismo en el enroque.
En pocas palabras, el Gobierno central socialista de Pedro Sánchez insiste en lo mismo que sus antecesores, que su vocación es agotar la Legislatura y trabajará para aprobar los Presupuestos para 2019. A la vez que repite discurso altachar de “monólogo los 21 puntos de Torra: fuera de la Constitución y la ley, nada”.
Sánchez, ha insistido en que la vocación del Gobierno de España es agotar la legislatura a pesar de que ayer la mayoría del PP en el Senado rechazó la senda de déficit. Por lo que no es excusa la eventualidad de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 descarrilen precisamente por el rechazo de las formaciones independentistas catalanas.
En la rueda de prensa ofrecida en Moncloa este viernes para hacer balance de su gestión a final de año, Sánchez ha despejado así, con dos frases breves, las preguntas sobre si ha pensado una fecha para celebrar elecciones generales en 2019 y sobre si se plantearía acortar la legislatura en caso de no poder aprobar los Presupuestos para ese año.
Preguntado sobre las peticiones realizadas ayer desde el PDeCAT y ERC en el Senado de una “solución política” previa a los Presupuestos, Sánchez ha recordado que por primera vez en siete años se han puesto en marcha las comisiones bilaterales en las que se ha reducido la conflictividad ante el Tribunal Constitucional que tenía la anterior Administración respecto a muchas leyes del Parlament de Catalunya.
Tambien afirma que se ha alcanzado el cumplimiento de sentencias y se han aprobado inversiones públicas vinculadas al Corredor Mediterráneo y a Cercanías. ¿Y ya está? ¿Es ese el problema catalán? Parece que no haya dado más sí la última reunión bilateral entre Torras y Sánchez.
Ha de mantenerse fuerte y fiel a ese encuentro. Está bien que el jefe del Ejecutivo, en su exposición inicial, volviera a reivindicar el diálogo frente a la confrontación, y el respeto a la Carta Magna frente a cualquier intento de vulneración de la misma, si se continúan con excusas de tercera.
Es mencionable que el Gobierno se reivindique como constitucional, pero con una mirada amplia, no estrecha de la Constitución, como si tuviera que excusarse una y otra vez de sus actos y tuviera que demostrar su españolidad. Allá cada uno con su conciencia.
Según sus palabras: “Quiero ser rotundo y claro, la Constitución no es patrimonio de ninguna ideología ni partido, sino de todos los hombres y mujeres que formamos España”. Esa es una advertencia que iba dirigida a PP y Ciudadanos, que no cesan de dudar del espíritu constitucional del PSOE y de Sánchez por su supuesta alianza con los partidos independentistas.
Desde aquí agotaremos la poca seguridad que trasmite, y deseamos que empiece el año con hacer efectivo y real ese dialogo, que no decaiga, sea hombre de palabra y se tome en serio el tema catalán…
Bon Any 2019!
El Comunicado
Josep Herrera
Periodista
