Sarcástica semana para algunos. Si a día de hoy se celebraran elecciones al Parlament la vencedora sería, ERC. Los republicanos ganarían los comicios y obtendrían entre 35 y 37 escaños (ahora tienen 32), frente a los 27 o 29 que conseguiría Junts per Catalunya (ahora cuentan con 34). Según el barómetro del CEO (Centre d’ Estudis de Opinió) que la Generalitat de Catalunya ha publicado este viernes, la mayoría independentista catalana elegiría a los republicanos antes que a ningún otro partido.
Y es irónico porque también ha sido cuando Carles Puigdemont ha lanzado hace unos días la plataforma Crida Nacional per la República, en la que pretende aunar los distintos sectores independentistas bajo su dirección. Sin entrar en futuras polémicas se antoja un escenario interesante en la política catalana para ocupar la presidencia. En las venideras elecciones y por el bien del independentismo, se da por hecho que la Crida se gestionará de la mejor forma posible. No es mala idea la necesidad de articular un “movimiento soberanista de amplio espectro y transversal”, según lo presentaron el delegado del Govern en Madrid, Ferran Mascarell, y la diputada de JxCAT Gemma Geisy.
Entre ERC y PdCAT se situaría Ciudadanos, que caería de la primera posición a la segunda, con entre 29 y 30 diputados en el Parlament, frente a los 36 actuales. El PSC mejoraría sus resultados del 21 de diciembre pasado y pasaría de las 17 sillas actuales a entre 19 y 21. Catalunya en Comú-Podem se mantendría entorno a los ocho escaños, mientras que la CUP se recuperaría y doblaría su presencia, de los cuatro diputados que obtuvo tras el 21D a entre ocho y 10. El PP, se mantendría en los cuatro actuales. Aunque se cree que Cs con Arrimadas al frente acabará cayendo más. Bajan en adeptos a la vez que el abatido Juez Llarena retira la euroorden a los exiliados políticos por falta de credibilidad. Buena correlación.
Esta plataforma, Crida Nacional per la República, llama a construirla a partir de la pluralidad ideológica, cuando el avance en los últimos meses de ERC no es en absoluto casual. Esquerra Republicana, en su línea positiva, se mantiene fuerte e ilusionada a pesar de sus presos y exiliados políticos. No haciendo estridencias populares ni ofrendas imposibles, ha sabido administrar con diligencia la situación actual desde el 1 de Octubre. Tener a Oriol Junqueras su líder político en prisión y que este mande a la calma y a no desfallecer desde la misma, ha ayudado a dar una solidez de ideas y firmeza muy valorada entre la ciudadanía (la dubitativa).
A ERC no le persiguen escándalos a nivel de partido, ni por corrupción ni por perversión en el poder, y sus representantes tanto en Catalunya, como a nivel estatal en el Congreso de los Diputados o en el Parlamento Europeo, nunca se han escondido. Todo eso duele horrores en el unionismo, pues siempre se le ha temido su discurso. Más en Madrid por su fobia a la “mentalidad republicana”. Para ser en la actualidad la formación histórica ‘pobre’ de Catalunya suele saber estar en el sitio adecuado en el momento justo…
El Comunicado
JL Herrera Vega
Periodista
