“Soc falible, però insubornable” (Soy falible, pero insobornable), Carles Puigdemont i Casamajó, al cerrar su discurso para prometer el cargo como 130 President de la Generalitat de Catalunya, parafraseando al periodista gironí Agustí Calvet 'Gaziel'.
Semana histórica, donde todo lo que ha rodeado la investidura del nuevo presidente a la Generalitat de Catalunya no ha dejado a nadie indiferente. La Generalitat es el nombre popular de un organismo político existente desde la época bajo medieval, la Deputació del General de Catalunya. En esencia era una estructura de gobierno dependiente de las Cortes catalanas, asamblea parlamentaria que representaba el general del país. Pactada entre los actores políticos de la época, es considerada entre las primeras más liberales y democráticas en el contexto de la Europa de su tiempo. Carles Puigdemont se convirtió ayer en el primer presidente de la Generalitat que no promete o jura el cargo por la Constitución. Tomando posesión del cargo prometió “fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament”, sin citar a la Constitución y al Rey, en contra de lo que hasta ahora era habitual. Una institución como la Generalitat que se ha convenido en señalar su origen, como poco en 1359, es suficiente garantía para que su presidente tenga los fundamentos necesarios en la elección de su juramento del cargo.
En la toma de posesión en el Palau de la Generalitat, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha evitado mencionar al Rey y la Constitución y ha preguntado a Puigdemont: “¿Promete cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat con fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament?”, a lo que Puigdemont ha respondido afirmativamente: “Sí, prometo“. Puigdemont encuentra lógico la postura pues tal como dijo, “el Parlament escoge al presidente y el pueblo al Parlament, en un circulo virtuoso de legitimidad democrática indiscutible”. El nuevo president recalcó que asume punto por punto el programa que Mas hubiera aplicado si hubiera sido él el presidente: culminar el proceso soberanista y en paralelo situar como prioridades el empleo y un plan de choque social. Manifestando también su voluntad de aplicar la resolución independentista aprobada el 9 de noviembre, que fue anulada luego por el TC: “No podemos mirar hacia otro lado. La declaración del Parlament abría el proceso constituyente y ahora ya no podemos dejarlo a un lado“. El Procés continúa.
Desde España las acciones del Estado como muestra de reconocimiento al nuevo President han sido nulas, en la línea de los últimos años. Por ello Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha decidido no asistir a la ronda de consultas que el Rey iniciará el próximo lunes al menos hasta que Felipe VI reciba al recién elegido presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, y a la presidenta del Parlament autonómico, Carme Forcadell. Por otro lado es significativo que el secretario general del PSOE haya llamado al President para abordar una reforma Federal de la Constitución, al igual que Pablo Iglesias de Podemos, exponiéndole a Puigdemont su defensa de una consulta legal antes de que la Constitución sea reformada. “Le he dicho que soy partidario de que en Catalunya haya un referéndum legal en el marco jurídico actual en el que Podemos defendería que Catalunya siguiera en España”. Según fuentes del partido morado, Iglesias ha expresado al 'president' preocupación “ante las estrategias unilaterales inmovilistas” y le ha explicado que su formación defiende un nuevo anclaje constitucional que reconozca a Catalunya como nación en un proyecto común que asuma la plurinacionalidad de España. El Procés segunda parte, continua…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
