Hay ciudadanos que ven la vertiente económica como uno de los motivos por los que Catalunya tiene que acelerar el proceso de desconexión. Razones no faltan, y esta semana da más motivos para ello. Catalunya necesita autogestionar su propia fiscalidad con carácter de urgencia. De seguir soportando la presión para refinanciar la deuda a corto plazo, y no encontrar un gesto satisfactorio con el Estado español, solo hará que ensuciar la situación, aún más si cabe.
Por este motivo la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's ha anunciado que la degrada un escalón situándola en una “situación financiera que sufre variaciones notables” según su baremo. Con lo que la calificación crediticia de Cataluña queda por debajo de lo que se considera una inversión satisfactoria y sobre todo algo anormal para lo que supone Catalunya dentro de los mercados financieros.
Standard dice que los motivos y según sus palabras, son debidos “a la tensión política creada entre la Generalitat y el Gobierno”. Raras veces, por decir casi nunca, esta agencia da tanta importancia a una “Región” como se define en la Unión Europa lo que sería una Comunidad Autónoma y que los americanos la refieran con tanta tendencia. Igual que toda la prensa nacional e internacional.
La agencia americana S&P, está conmovida por la situación de Catalunya y considera que los resultados del 27 de septiembre arrojan una situación que pone en riesgo la “buena coordinación” entre los dos ejecutivos, lo cual podría suponer que “la deuda de la comunidad se vea comprometida”. La agencia considera que en “los próximos doce meses, las tensiones políticas entre el nuevo Gobierno catalán y el español pueden interferir” en el acuerdo entre ejecutivos que permite a Cataluña “el servicio de su deuda”. Culpabilizando al Estado español de la situación reinante y advirtiéndola de los movimientos futuros. ¿Estarán los Estados Unidos reclamando la soberanía económica, (o quizás algo más) para Catalunya?
Esta agencia estadounidense siempre ha abogado por la atención hacia Catalunya. Ha postulado que esta “Región” económica es fundamental tanto estratégicamente, por la zona de influencia en el sur de Europa, como por el peso específico dentro del resto de la eurozona. Por eso, y por la importante carga que soporta al lado del Estado español, como motor económico. No se puede dar crédito al Banco de España, cuando se refiere a la deuda de la Generalitat, precisamente por las razones a las que S&P alude.
Pero lo que es seguro es que los gobiernos regionales y locales de Europa pedirán prestado una cantidad próxima a los 270.000 millones de euros al año entre 2016 y 2017, según un informe difundido este jueves por la citada Standard&Poor’s. En los dos años del estudio, las administraciones regionales y municipales pedirán créditos por 540.000 millones de euros, una cantidad equivalente a la mitad del PIB español. El Estado, a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), es acreedor de más de la mitad de la deuda catalana. Se espera que no eluda sus responsabilidades…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
