“En el país de los ciegos, el tuerto es Rey”, reza ese anónimo refrán.
Y es que el ex monarca Juan Carlos I gozará en poco menos de un mes de un aforamiento único para causas civiles y penales que abarca todas las actuaciones de su vida privada. Los Populares han presentado en el Congreso una enmienda a un proyecto de ley en trámite para acelerar la protección jurídica del ex rey que, tras su abdicación, ha perdido su inviolabilidad. A partir de ese momento, el padre de Felipe VI solo podrá ser juzgado por el Tribunal Supremo. El texto prevé el aforamiento del rey Juan Carlos, la reina Sofía, la reina Letizia y la princesa de Asturias, Leonor, ante las salas de lo civil y lo penal del alto tribunal e incluye una disposición transitoria que paraliza todos los procedimientos que ya hayan sido iniciados contra el Monarca saliente antes de la entrada en vigor de la norma.
La protección de los herederos y del consorte del Rey estaba incluida en el anteproyecto de la Ley Orgánica del Poder Judicial que fue elaborado cuando aún no se conocía la abdicación. Ese texto no estará en vigor antes de un año y, por eso, ahora el Gobierno aprovecha para anticipar esa protección desde las próximas semanas. El portavoz del PP, Alfonso Alonso, ha asegurado que ha hablado con todos los grupos, pero solo dos partidos, UPN y Foro Asturias, que están en el Grupo Mixto, han aceptado sumarse a las enmiendas. Alonso ha asegurado que antes de julio podría estar resuelto. La norma de la enmienda no tiene nexo alguno con el ex monarca ni con su fuero ante la Justicia. Se trata del proyecto de ley orgánica complementaria de la ley de racionalización del sector público, que afecta a las condiciones laborales de los jueces, y otras medidas de reforma administrativa por las que se modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial. El ejecutivo ha considerado que esta es la vía más rápida para dar esa protección especial al Rey saliente ante cualquier demanda que pueda presentarse contra él. ¿Hay prisa por preservarlo de algo? Las enmiendas serán aprobadas el martes en la Comisión de Justicia y el pleno podría aprobar el jueves próximo el conjunto de la ley, para que se tramite con idéntica celeridad en el Senado. Dos juzgados de Madrid recibieron hace año y medio sendas demandas de paternidad contra don Juan Carlos I de Borbón, pero decidieron no admitirlas. “La inviolabilidad que la Constitución concede al Rey implica la imposibilidad no sólo de exigir responsabilidad penal, sino también de dirigir contra el Monarca acciones ante la jurisdicción civil”, justificaron. El Monarca perdió ese blindaje tras la firma de su abdicación el pasado miércoles en un acto solemne en el Palacio Real, con lo que las mismas personas que acudieron a los tribunales podrían volver a plantear las demandas de paternidad. Podría ser el principio de una consecución de demandas contra el ex monarca. ¿El principio del fin de los Borbones?
El PP busca ahora el apoyo del PSOE para la tramitación por vía de urgencia de este fuero especial, que ha generado polémica en el Congreso. Algunos grupos parlamentarios rechazan esta protección jurídica especial de la que nunca nadie ha gozado en democracia. ¿Pero es esto realmente pluralismo? España es en estos momentos la democracia con mayor número de aforados del mundo. Se calcula que en la actualidad hay 100.000 ciudadanos con una protección jurídica especial, aunque otras estimaciones elevan esa cifra hasta las 250.000 personas. Esas cifras contrastan con los casos de Reino Unido y Alemania, donde no existe esta figura procesal. En Francia, se limita al presidente de la Republica y a los miembros del Gobierno. Y en Italia y Portugal sólo disfrutan de estas garantías los presidentes de la República. Aqui los altos cargos tienen protección penal para que sólo les investigue y juzgue el Tribunal Supremo, pero en el ámbito civil solo para asuntos relacionados con el ejercicio de sus funciones. Y este no es el caso. Históricamente se sabe que siempre se ha sobreprotegido a la corona, pero ahora estamos en el siglo XXI. Si se acaba con la ceguera en este país y prosperan esas acusaciones, más las que están en curso sobre otros miembros de la casa real, la presión puede resultar insostenible. ¿Será el “lo siento mucho; me he equivocado; no volverá a ocurrir“, o el “por qué no te callas“?
Por lo pronto a ver que depara Felipe VI sobre la consulta del 9N, pero ya lo dijo William Shakespeare, “Es mejor ser 'Rey' de tu silencio, que no esclavo de tus palabras”…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i la Comunicació
El Comunicado
